La imaginación.
La actividad imaginativa se caracteriza por la capacidad de crear mundos fantásticos íntimos y propios donde el sujeto es generalmente el protagonista y donde no existe ni límites ni restricciones de ninguna clase para el impulso de su libertad. Fundamentalmente consiste en formar representaciones de objetos, cosas situaciones o afectos, etc. en ausencia de esos objetos o cosas.
Pero la actividad imaginativa no es sólo una representación y actualización del pasado, sino que abarca también la posibilidad de proyección en el futuro de anticipación en ese mismo futuro, de la construcción de utopías y de la liberación del estrecho horizonte del presente.
La actividad imaginativa se caracteriza por la capacidad de crear mundos fantásticos íntimos y propios donde el sujeto es generalmente el protagonista y donde no existe ni límites ni restricciones de ninguna clase para el impulso de su libertad. Fundamentalmente consiste en formar representaciones de objetos, cosas situaciones o afectos, etc. en ausencia de esos objetos o cosas.
Pero la actividad imaginativa no es sólo una representación y actualización del pasado, sino que abarca también la posibilidad de proyección en el futuro de anticipación en ese mismo futuro, de la construcción de utopías y de la liberación del estrecho horizonte del presente.
La imaginación cumple principalmente el papel de representación de experiencias. En la imaginación es donde se representan, visual, auditiva, y en ocasiones, táctil y olfativamente, los hechos vividos, los hechos que se están viviendo y, con un grandísimo potencial, los posibles hechos futuros que sucederán.
Allí aparecen representados escenarios, personajes, objetos, e incluso emociones. En la imaginación es donde aparecen los distintos elementos que entran en juego a la hora de emitir una conclusión.
Así, si un amigo (A) le cuenta a otro (B) lo siguiente: "Un señor se estaba acercando a mí, sin dejar de mirarme a los ojos":
Lo primero que hará (B) será colocar en la imaginación, de forma inconsciente, un hombre andando hacia él mirándolo a la cara. Con esta representación visual de la realidad, (B) puede predecir posibles conclusiones o hechos que van a suceder.
En segundo lugar, (B), inconscientemente, valorará la lista de las posibles conclusiones o hechos que piensa que van a suceder. Si no encuentra en su memoria experiencias iguales, entonces busca parecidas, por ejemplo, si este señor lleva un mapa en la mano.
Bien, puesto que el hecho de visualizar a un señor con un mapa en la mano se realiza también en la imaginación, así como se podría visualizar una señora justo detrás de nosotros, que es a quién va a saludar este señor, o quizás podría imaginarse (B) que el señor viene con intenciones malvadas, o quizás que el señor quiere ofrecernos un interesante negocio.
Es decir, la imaginación juega un papel crucial en la comprensión de la vida. De un vistazo entendemos objetos y relaciones, y podemos sacar un juicio de valor más acorde a la realidad, que si no tuviésemos imaginación.
Allí aparecen representados escenarios, personajes, objetos, e incluso emociones. En la imaginación es donde aparecen los distintos elementos que entran en juego a la hora de emitir una conclusión.
Así, si un amigo (A) le cuenta a otro (B) lo siguiente: "Un señor se estaba acercando a mí, sin dejar de mirarme a los ojos":
Lo primero que hará (B) será colocar en la imaginación, de forma inconsciente, un hombre andando hacia él mirándolo a la cara. Con esta representación visual de la realidad, (B) puede predecir posibles conclusiones o hechos que van a suceder.
En segundo lugar, (B), inconscientemente, valorará la lista de las posibles conclusiones o hechos que piensa que van a suceder. Si no encuentra en su memoria experiencias iguales, entonces busca parecidas, por ejemplo, si este señor lleva un mapa en la mano.
Bien, puesto que el hecho de visualizar a un señor con un mapa en la mano se realiza también en la imaginación, así como se podría visualizar una señora justo detrás de nosotros, que es a quién va a saludar este señor, o quizás podría imaginarse (B) que el señor viene con intenciones malvadas, o quizás que el señor quiere ofrecernos un interesante negocio.
Es decir, la imaginación juega un papel crucial en la comprensión de la vida. De un vistazo entendemos objetos y relaciones, y podemos sacar un juicio de valor más acorde a la realidad, que si no tuviésemos imaginación.
Teorías acerca de la Imaginación.
No poseemos una teoría satisfactoria acerca de la imaginación. A continuación se estudiaran sus principales características tratando de encontrar un principio general para sus varias manifestaciones.
Imaginación y percepción. Según David Hume, la diferencia principal entre lo percibido y lo imaginado estriba en el grado de viveza; las imágenes pensadas son débiles copias de las percepciones originales. Según este concepto, lo imaginado es una representación o un eco de lo percibido. La imaginación será, pues, un recuerdo de las huellas dejadas en la memoria por las percepciones. Se ha observado que las personas a quienes se les ha amputado un miembro conservan la sensación y la imagen de dicho miembro y que los artistas que pierden un sentido todavía son capaces de describir los objetos con gran viveza. Beethoven continuó imaginando y oyendo música después de quedarse sordo. Los centros nerviosos parecen poseer la capacidad de acumular percepciones. El fenómeno de las llamadas imágenes accidentales parece ser una manifestación similar a la imaginación como un reflejo de la percepción. Las impresiones recibidas por nuestros sentidos pueden persistir con su viveza original después de pasar el estímulo sensorial. La imagen accidental o percepción persistente puede ser "positiva" como prolongación de la impresión original, o "negativa" que transforma los colores en el espectro complementario.
La imagen accidental negativa del disco solar es negra, el rojo cambia a gris, etc. Es un simple proceso sensorial distinto del fenómeno de lo ya visto, que experimentan algunas personas y que consiste en un intenso sentimiento de haber vivido ya anteriormente una experiencia actual. Este fenómeno que se supone es de origen encefálico, no ha sido explicado todavía satisfactoriamente.
Imaginación y combinación. Sin embargo, lo característico de la imaginación no reside en la repetición o sucesión de percepciones, sino en la combinación de muchas previas. La función de combinar respuestas psíquicas parece estar relacionada con la llamada sinestesia (sensaciones combinadas) en la que una sensación de cierto tipo sensorial se asocia con imágenes de otro tipo. La imaginación sinestesia ha influido en el lenguaje y en el arte con expresiones como "colores chillones" o "duros" colores "fríos" o "calientes", etc.
Opuesta a la función combinatoria de la imaginación es la "fuga de las asociaciones", en la que la imaginación se descompone en sus diversas partes, siendo entonces los pacientes que la padecen incapaces de formar pensamientos y fantasías coherentes. Una fuga de asociaciones puede aparecer también en personas normales cuando las imágenes combinadas no concuerdan ni en su significado ni en sus relaciones objetivas, sino sólo por similitud fonética o por conexiones subjetivas. Por ejemplo: silla-mesa están ligados objetivamente. "Capataz" es un ejemplo de conexión por similitud fonética. "Silla-Padre Coloma" representa una relación subjetiva (silla-mi padre se sienta en una silla cuando me lee las novelas del Padre Coloma).
Imaginación y animación. La imaginación de los niños y de los artistas puede ser tan vívida que las figuras que imaginan adquieran "vida". En estos casos la imaginación parece perseguir al sujeto. Ya expusimos el caso de la niña que, habiendo proyectado la imagen de una bruja sobre una cerilla apagada, llegó a asustarse de su propia imaginación. El proceso de animar la imaginación está relacionado con la percepción, especialmente de los niños.
Imaginación y movilización. La imaginación, como respuesta retardada a estímulos de naturaleza sinestesia, combinatoria y disociadora, está dirigida hacia un fin. Esta finalidad puede ir desde transformar lo abstracto en concreto hasta un acto de animación. Este último puede incluir muchas funciones expresivas del organismo. Un actor o un orador pueden acentuar su expresión imaginativa mediante gestos. Las fantasías histéricas pueden cambiar funciones corporales y producir fenómenos biológicos de base psíquica. Así, los movimientos, posturas y gestos faciales son expresiones concretas de imágenes de la fantasía. Los movimientos del hombre durante el sueño parecen ser igualmente una movilización total del organismo mediante la imaginación. Se han hecho algunos experimentos en los que un aparato va registrando la actividad corporal de un sujeto que da vuelo a su fantasía. Por ejemplo, el individuo está acostado, con los ojos cerrados y el cuerpo relajado e imaginando que está flexionando los antebrazos. El registro marca una verdadera contracción de los músculos que el sujeto imagina flexionar. En los sueños la imaginación muestra otra clase de movilización del organismo. Los sueños eróticos movilizan el aparato genital; los deseos frustrados y las actividades olvidadas son liberadas durante la fantasía onírica. Freud, en su teoría de la realización de deseos, afirma que éstos, impulsando la actividad de la imaginación, constituyen sus raíces básicas.
Imaginación y equilibrio. Los distintos fenómenos de la imaginación, la repetición de la percepción, la combinación, la disociación, la animación y la movilización, tendrían, en una teoría de la actividad orgánica, un común denominador que indicaría los propósitos generales de la imaginación. La imaginación se representa frecuentemente cosas que nos faltan.
El pobre imagina ser rico, el enfermo sano, el aislado que está en compañía, etc. En realidad, la imaginación está básicamente relacionada con la realización de deseos. Sin embargo, no sólo tenemos fantasías en las que somos el héroe triunfador, sino otras en las que somos el héroe derrotado y los sueños de miedo, angustia y terror son casi tan frecuentes como los placenteros. ¿Puede esto ser realmente explicado por una perversión del deseo como afirma el psicoanálisis?
Los sueños, como Freud dejó establecido, son guardianes del reposo. Si suena la campana del despertador, podemos soñar que llaman a otro, con lo que podemos permitirnos continuar en el placentero estado de relajación. Los sueños, como la imaginación en general, provocan un estado de equilibrio. Una persona con la imaginación llena de deseos se compensa de las cosas que le faltan y de sus deficiencias. El imaginar temor y sufrimiento puede servir, en tres formas, para restablecer el equilibrio: primero como descarga, desechando la ansiedad como el organismo vomita un veneno. Segundo, como integración de un elemento "extraño". La repetición de sueños con experiencias traumáticas o de accidentes durante la guerra puede servir para atenuar su carácter abrumador haciendo que nos familiaricemos con él. Tercero, los sueños de angustia pueden servir como estímulos cuando la gente se enfrenta en la realidad con labores difíciles, porque comparadas con las terribles dificultades experimentadas en sueños, las de la vida cotidiana parecen más pequeñas.
El pensamiento se enfrenta con las limitaciones de la realidad y por ello muchos pensamientos deben ser eliminados a fin de mantener el organismo en equilibrio con la sociedad. La imaginación, independiente de las limitaciones sociales, establece el equilibrio permitiéndonos cierta libertad. Sin embargo, la imaginación parece constituir, generalmente, un compromiso para establecer el equilibrio entre los estímulos de fuera y los de dentro.
La tendencia al equilibrio aparece en todas las funciones biológicas, estimulando la interacción, la regeneración y la defensa. Aparece igualmente en el mundo físico y el concepto de la unidad del organismo abarca los procesos físicos, biológicos y psíquicos pareciendo indicar que la tendencia al equilibrio es también la base de las propiedades más importantes de la mente.
Imaginación y percepción. Según David Hume, la diferencia principal entre lo percibido y lo imaginado estriba en el grado de viveza; las imágenes pensadas son débiles copias de las percepciones originales. Según este concepto, lo imaginado es una representación o un eco de lo percibido. La imaginación será, pues, un recuerdo de las huellas dejadas en la memoria por las percepciones. Se ha observado que las personas a quienes se les ha amputado un miembro conservan la sensación y la imagen de dicho miembro y que los artistas que pierden un sentido todavía son capaces de describir los objetos con gran viveza. Beethoven continuó imaginando y oyendo música después de quedarse sordo. Los centros nerviosos parecen poseer la capacidad de acumular percepciones. El fenómeno de las llamadas imágenes accidentales parece ser una manifestación similar a la imaginación como un reflejo de la percepción. Las impresiones recibidas por nuestros sentidos pueden persistir con su viveza original después de pasar el estímulo sensorial. La imagen accidental o percepción persistente puede ser "positiva" como prolongación de la impresión original, o "negativa" que transforma los colores en el espectro complementario.
La imagen accidental negativa del disco solar es negra, el rojo cambia a gris, etc. Es un simple proceso sensorial distinto del fenómeno de lo ya visto, que experimentan algunas personas y que consiste en un intenso sentimiento de haber vivido ya anteriormente una experiencia actual. Este fenómeno que se supone es de origen encefálico, no ha sido explicado todavía satisfactoriamente.
Imaginación y combinación. Sin embargo, lo característico de la imaginación no reside en la repetición o sucesión de percepciones, sino en la combinación de muchas previas. La función de combinar respuestas psíquicas parece estar relacionada con la llamada sinestesia (sensaciones combinadas) en la que una sensación de cierto tipo sensorial se asocia con imágenes de otro tipo. La imaginación sinestesia ha influido en el lenguaje y en el arte con expresiones como "colores chillones" o "duros" colores "fríos" o "calientes", etc.
Opuesta a la función combinatoria de la imaginación es la "fuga de las asociaciones", en la que la imaginación se descompone en sus diversas partes, siendo entonces los pacientes que la padecen incapaces de formar pensamientos y fantasías coherentes. Una fuga de asociaciones puede aparecer también en personas normales cuando las imágenes combinadas no concuerdan ni en su significado ni en sus relaciones objetivas, sino sólo por similitud fonética o por conexiones subjetivas. Por ejemplo: silla-mesa están ligados objetivamente. "Capataz" es un ejemplo de conexión por similitud fonética. "Silla-Padre Coloma" representa una relación subjetiva (silla-mi padre se sienta en una silla cuando me lee las novelas del Padre Coloma).
Imaginación y animación. La imaginación de los niños y de los artistas puede ser tan vívida que las figuras que imaginan adquieran "vida". En estos casos la imaginación parece perseguir al sujeto. Ya expusimos el caso de la niña que, habiendo proyectado la imagen de una bruja sobre una cerilla apagada, llegó a asustarse de su propia imaginación. El proceso de animar la imaginación está relacionado con la percepción, especialmente de los niños.
Imaginación y movilización. La imaginación, como respuesta retardada a estímulos de naturaleza sinestesia, combinatoria y disociadora, está dirigida hacia un fin. Esta finalidad puede ir desde transformar lo abstracto en concreto hasta un acto de animación. Este último puede incluir muchas funciones expresivas del organismo. Un actor o un orador pueden acentuar su expresión imaginativa mediante gestos. Las fantasías histéricas pueden cambiar funciones corporales y producir fenómenos biológicos de base psíquica. Así, los movimientos, posturas y gestos faciales son expresiones concretas de imágenes de la fantasía. Los movimientos del hombre durante el sueño parecen ser igualmente una movilización total del organismo mediante la imaginación. Se han hecho algunos experimentos en los que un aparato va registrando la actividad corporal de un sujeto que da vuelo a su fantasía. Por ejemplo, el individuo está acostado, con los ojos cerrados y el cuerpo relajado e imaginando que está flexionando los antebrazos. El registro marca una verdadera contracción de los músculos que el sujeto imagina flexionar. En los sueños la imaginación muestra otra clase de movilización del organismo. Los sueños eróticos movilizan el aparato genital; los deseos frustrados y las actividades olvidadas son liberadas durante la fantasía onírica. Freud, en su teoría de la realización de deseos, afirma que éstos, impulsando la actividad de la imaginación, constituyen sus raíces básicas.
Imaginación y equilibrio. Los distintos fenómenos de la imaginación, la repetición de la percepción, la combinación, la disociación, la animación y la movilización, tendrían, en una teoría de la actividad orgánica, un común denominador que indicaría los propósitos generales de la imaginación. La imaginación se representa frecuentemente cosas que nos faltan.
El pobre imagina ser rico, el enfermo sano, el aislado que está en compañía, etc. En realidad, la imaginación está básicamente relacionada con la realización de deseos. Sin embargo, no sólo tenemos fantasías en las que somos el héroe triunfador, sino otras en las que somos el héroe derrotado y los sueños de miedo, angustia y terror son casi tan frecuentes como los placenteros. ¿Puede esto ser realmente explicado por una perversión del deseo como afirma el psicoanálisis?
Los sueños, como Freud dejó establecido, son guardianes del reposo. Si suena la campana del despertador, podemos soñar que llaman a otro, con lo que podemos permitirnos continuar en el placentero estado de relajación. Los sueños, como la imaginación en general, provocan un estado de equilibrio. Una persona con la imaginación llena de deseos se compensa de las cosas que le faltan y de sus deficiencias. El imaginar temor y sufrimiento puede servir, en tres formas, para restablecer el equilibrio: primero como descarga, desechando la ansiedad como el organismo vomita un veneno. Segundo, como integración de un elemento "extraño". La repetición de sueños con experiencias traumáticas o de accidentes durante la guerra puede servir para atenuar su carácter abrumador haciendo que nos familiaricemos con él. Tercero, los sueños de angustia pueden servir como estímulos cuando la gente se enfrenta en la realidad con labores difíciles, porque comparadas con las terribles dificultades experimentadas en sueños, las de la vida cotidiana parecen más pequeñas.
El pensamiento se enfrenta con las limitaciones de la realidad y por ello muchos pensamientos deben ser eliminados a fin de mantener el organismo en equilibrio con la sociedad. La imaginación, independiente de las limitaciones sociales, establece el equilibrio permitiéndonos cierta libertad. Sin embargo, la imaginación parece constituir, generalmente, un compromiso para establecer el equilibrio entre los estímulos de fuera y los de dentro.
La tendencia al equilibrio aparece en todas las funciones biológicas, estimulando la interacción, la regeneración y la defensa. Aparece igualmente en el mundo físico y el concepto de la unidad del organismo abarca los procesos físicos, biológicos y psíquicos pareciendo indicar que la tendencia al equilibrio es también la base de las propiedades más importantes de la mente.
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